Desde el 2009 el yuan ha ido fortaleciendose hasta llegar a convertirse en una de las 9 monedas de referencia por detrás de dólar, el euro, la libra y el yen.
La cotización del yuan se ha mantenido invariable con respecto el dólar estadounidense durante meses habiendo ocasionado caidas en sus ventas al exterior. En el primer semestre de 2015, las exportaciones chinas empezaron a caer por el crecimiento de los precios lo que ha llevado a que la economía china sea menos competitiva.
El gobierno ha realizado distintos esfuerzos para reactivar la economía presionando a los bancos estatales para que se dieran facilidades para prestar dinero a las empresas que invirtieran en nuevas fábricas y equipos.
Las medidas no han funcionado, después de la caída de los mercados, el Banco Central Chino decide intervenir el martes 11 de agosto, devaluando el yuan y fijando la la tasa media de referencia en los 6,2298 yunanes por dólar, una depreciación del 1,86% con respecto a la cifra del lunes. La mayor devaluación en dos décadas.
El Banco Central Chino emite un comunicado donde explica las razones de la devaluación, donde da a entender que es una «corrección puntual» y que será la única . Sin embargo, el miercoles vuelve a recortar 1,6% adicional y el jueves se produce la tercera devaluación en 72 horas rebajando un 1,1% el yuan respecto al dólar. La devaluación del yuan frente al dólar se realizó en tres jornadas consecutivas quedando en el 4,6% y habiendo sacudido los mercados de todo el mundo durante la semana.
Han pasado diez años desde la última gran reforma de los tipos de cambio y ha sido necesaria, el yuan se ha apreciado demasiado. La mayoría de los analistas creen que el yuan se devaluará más, aunque lo hará a un ritmo más lento, se espera una depreciación del 5% en 12 meses.
La devaluación cogió por sorpresa a los inversores, llevó a importantes caídas en las bolsas e hizo subir el dólar. Las materias primas y el petróleo también cayeron, ante el temor de de que su demanda se reduzca si el crecimiento de China se ralentiza.
El objetivo de estas medidas es poner freno a los malos datos económicos que muestran la reducción del crecimiento y dan muestra del enfriamiento de la economía china. Busca impulsar la economía incentivando las exportaciones.
¿Qué efectos se producirán?
– Impulsara tanto las exportaciones como a la economía de China, pero también hará que las importaciones sean más caras. Los consumidores chinos les va a resultar más caro comprar productos europeos y los turistas chinos van a reducir sus vacaciones en el exterior. Tendrá un efecto directo sobre la inflación y los costes de las empresas chinas, cuya deuda está valorada en dólares.
-Impacto global sobre el resto del mundo.
Desaparece el dinero fácil porque deja de conseguirse crédito barato en el exterior al llevar los fondos a China donde se conseguían niveles altos en el margen de la tasa de interés y al vender se obtenían ganancias cambiarias.
Puede ser el comienzo de una guerra de divisas, ya que otros países emergentes podrían verse animados a devaluar sus monedas para ser más competitivos frente a China.
Con la devaluación, países asiáticos como Malasia, Tailandia, Indonesia, Singapur, Vietnam, Corea y Japón, van a sufrir una caída de las exportaciones que reducirá el empleo y la demanda.
Países emergentes y productores de commodities como Brasil, Sudáfrica, Rusia, México, Venezuela o Argentina tendrán una nueva oleada en la caída de sus exportaciones y el derrumbe de los precios, que afectarán el crecimiento y el empleo.
En Europa y Estados Unidos pueden peligrar las políticas de estabilización que se están aplicando en sus economías. Ambas zonas, son las que más perjudicadas, que con sus tasas de interés al cero por ciento están sin margen de maniobra. Casi inmediatamente se desplomaran el valor de los activos, que se traducirá en nuevas reducciones en el comercio y el empleo.
Estados Unidos va a tener que retrasar la subida de los tipos de interés, que la Reserva Federal planificada para evitar que la economía pierda competitividad lo que llevará a perdida de credibilidad.
Es importante repasar la historia que nos lleva a recordar momentos claves en los que surgieron desequilibrios financieros:
– 1971 «Quiebra de Bretton Woods»
– Decada de los 80 «Libertad de Capitales»
– Decada de los 90 «Desregulación Financiera»
Urge tomar medidas para controlar la volatilidad, realizar un ajuste devaluatorio para evitar caída bursátil y el declive de los precios. Hay que evitar que se produzca el temido temido efecto contagio y domino sobre las economías del resto del mundo.