Muchos han sido los cambios que se han generado durante la educación, pasamos de un proceso de enseñanza aprendizaje conductista unidireccional a un proceso constructivista multidireccional, enfocada en una educación basada en valores, derechos y la práctica diaria de saber resolver problemas de la vida y para la vida.

Definitivamente saber educar y formar seres humanos es un “arte”, el arte de crear buenas bases, moldear y emplear estrategias eficientes que permitan producir obras humanas únicas.

Para Hincapié, Paredes, & Arias (2020) educar para la vida se basa en el desarrollo de las habilidades emocionales y alcanzar el máximo potencial de los estudiantes que busquen generar nuevos hábitos que lleven a los jóvenes a producir rutinas proactivas que beneficien en su desarrollo cognitivo, social y psicológico.

Actualmente el docente es considerado como el coaching educativo que entrena al estudiante para competir una vez que salga a la cancha de juego denominada “vida” y a su vez en la persecución de los objetivos planteados, potenciando las habilidades y aportando recursos para superar sus limitaciones ( Sánchez & Boronat, 2014).

En pleno siglo XXI nos encontramos con diversidad estudiantil, donde el maestro busca adaptar estrategias que aporten durante dicho proceso, por medio de una pedagogía innovadora que va más allá de la cantidad de contenidos educativos que se imparten, es por ello que el docente debe saber moldear al alumno a través de su guía, con la finalidad de que los niños, jóvenes y adolescentes sean capaces de enfrentarse a los retos de la actualidad de una manera independiente, transformadora e integral.

Pese a que hoy en día nos encontramos en una educación basada en el conectivismo debido al gran avance tecnológico, es muy importante entender las necesidades educativas de los estudiantes y adaptar dichos modelos a la realidad en que se vive,  para generar aprendizajes significativos que perduren en los educandos (Ovalles, 2014).

Educar en tiempos de globalización es formar lideres competitivos, personas empáticas que busquen aportar a la sociedad de manera positiva, donde cada estudiante tenga aquella motivación de perseguir sus sueños, respetar al prójimo y saber convivir en un mundo diverso e inclusivo.

Es por ende que educar requiere crear buenas bases durante el proceso de enseñanza aprendizaje, escuchar las emociones, sentimientos y situaciones estudiantiles que impiden el avance educativo, convirtiéndose en un docente innovador que brinde confianza a esta generación millennials con altos valores sociales y éticos, dejando huellas educativas que quedaran en el pasado, se aplicaran en el presente e influirán en el futuro, es por ello que educar en pleno siglo XXI pasa de ser de un proceso netamente basado en contenidos a un proceso de enseñanza aprendizaje para la vida.

Bibliografía

Sánchez, B., & Boronat, J. (2014). COACHING EDUCATIVO: MODELO PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS INTRA E INTERPERSONALES. Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal, 221-242.

Hincapié, Paredes, & Arias Ortiz. (01 de 07 de 2020). Educar para la vida. El desarrollo de las habilidades socioemocionales y el rol de los docentes. Obtenido de https://acervodigitaleducativo.mx/handle/acervodigitaledu/41155

Ovalles, C. (2014). CONECTIVISMO, ¿UN NUEVO PARADIGMA EN LA EDUCACION ACTUAL? mundo FESC.

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