Hoy en día se escucha se escucha el término “radicales libres” y que son sustancias dañinas porque están presentes en muchas enfermedades o bien que son causa del envejecimiento porque nos oxidan. Pero, ¿Qué son los radicales libres?¿Por qué nos oxidamos?¿la oxidación genera enfermedad? En este artículo trataremos de contestar estos cuestionamientos.

 

El estrés oxidante se puede definir como un desequilibrio entre la producción de especies reactivas de oxígeno (ERO), entre ellas los radicales libres, y la capacidad antioxidante en nuestras células. Las ERO son moléculas o componentes químicos responsables del proceso de oxidación en nuestro cuerpo y en nuestro entorno. Las ERO se producen a partir del oxígeno y son muy reactivos y conforman la parte tóxica del oxígeno. Aunque necesitamos oxígeno para respirar y para que nuestras células generen energía, a altas concentraciones resulta tóxico y esto se le conoce como la paradoja del oxígeno. Algunas de las ERO principales son peróxido de hidrógeno (H2O2), radical hidroxilo (HOŸ), radical superóxido (O2Ÿ) y el ácido hipocloroso (HOCl). Como se mencionó antes, los radicales libres forman parte de las ERO y se pueden definir como especies químicas que presentan un electrón desapareado (los electrones son los componentes de los enlaces químicos y de ahí la unión de dos átomos o moléculas). Un electrón desapareado es un electrón sin su otro par y eso hace que el radical libre sea muy reactivo, es decir, se hace altamente susceptible para reaccionar con otras sustancias químicas (generalmente otras moléculas biológicas como lípidos y proteínas) para tomar el electrón que les falta; sin embargo, al realizar esto hace que se forme otro nuevo radical libre y de ahí se hace una reacción en cadena que se llama oxidación. Es por esto que los radicales libres puedan ser dañinos. Los radicales libres, por su misma reactividad, muchas de las veces generan daño a proteínas, a los lípidos o grasas y a nuestro mismo material nucléico el ADN o ácido desoxirribonucléico. En el caso del ADN, estos radicales pueden ocasionar rupturas o fragmentaciones en los cromosomas (donde se encuentra nuestra información genética), en el caso de los lípidos se produce la oxidación de éstos y con ello la generación de otros productos dañinos (como el malondialdehído), en el caso de las proteínas pueden ocasionar la pérdida de función de enzimas (proteínas que realizan muchos procesos metabólicos dentro de nuestras células) y la oxidación de aminoácidos (componentes que conforman a las proteínas).

Estrés oxidante y enfermedad

Debido a lo anterior, la oxidación producida por los radicales libres y otras ERO trae como consecuencia una alteración en la función o incluso la muerte de la célula y con ello la generación de enfermedades. El estrés oxidante también conlleva inflamación ocasionando cambios en el sistema inmune y la producción de elementos que inducen este proceso a través de una cascada de señales llamados citocinas pro-inflamatorias. Dentro de las enfermedades que se ha visto que se pueden inducir por la presencia de estrés oxidante se encuentran las enfermedades neurológicas como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la esclerosis. Se ha visto que el estrés oxidante se generan alteraciones moleculares producidas por ERO en algunos tipos de neuronas presentes en el cerebro. En el Alzheimer se afectan las neuronas del hipocampo y la corteza parietal, en la enfermedad de Parkinson la sustancia negra compacta, en la enfermedad de Huntington las neuronas del estriado y en la esclerosis las motoneuronas. En el caso del cáncer se producen alteraciones metabólicas, la inflitración de células cancerosas por procesos inflamatorios y la muerte celular. En la diabetes mellitus se induce un incremento de glucosa, la oxidación de proteínas y adición de azúcares a las proteínas y gasto excesivo de sustancias relacionadas con la producción de energía.

 

Finalmente, se puede observar que el estrés oxidante puede generar enfermedades a través de cambios producidos en algunos procesos o componentes dentro de las células. Todos generamos estrés oxidante lo que nos puede hacer susceptibles a generar inflamación, por lo anterior se recomienda el uso de antioxidantes que serán objeto de estudio en otra publicación.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Díaz-Hung ML, González-Fraguela ME. El estrés oxidativo en las enfermedades neurológicas: ¿causa o consecuencia? Neurologia 2014; 29(8):451-452.

 

Viñas G, et al. Estrés oxidativo en pacientes con cáncer: dos caras de la misma moneda. Medicina Clínica 2012; 139(4):171-175.

 

Calderón-Salinas JV et al. Estrés oxidativo y diabetes mellitus. REB. Revista de Educación Bioquímica 2013; 32(2): 53-66.

 

 

 

 

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