Ilustrado por Marcos Conesa

Las superbacterias se caracterizan por ser resistentes a la mayoría de los antibióticos convencionales, lo que dificulta su tratamiento. Las personas infectadas por una de estas bacterias tienen un peor pronóstico, necesitan cuidados especiales y permanecen mucho más tiempo ingresadas en el hospital lo que conlleva un aumento importante del gasto hospitalario.

Las superbacterias son especialmente numerosas en los hospitales, ya que en estos lugares se utilizan constantemente antibióticos tanto profilácticos como terapéuticos lo que las expone a estos fármacos y provoca una selección de las mismas en el ambiente hospitalario. Si los antibióticos dejan de funcionar contra ellas, se ponen en riesgo las operaciones quirúrgicas, los trasplantes de órganos y los tratamientos contra el cáncer, ya que los enfermos que sufren algunas de estas condiciones tienen un sistema inmunitario más débil, por lo que están expuestos a infecciones por bacterias que en individuos sanos no causarían demasiados problemas.

Bacterias de las especies Staphylococcus aureus, Acinetobacter baumannii, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter y Pseudomonas puede sobrevivir largos periodos de tiempo en el hospital por lo que muchas superficies en contacto con los pacientes o con el personal sanitario pueden estar contaminadas con ellas, por lo que pueden ser un foco de infección. Estas bacterias no solo son capaces de sobrevivir largos periodos de tiempo sobre superficies sólidas y en ambientes con baja humedad, sino que también es capaz de sobrevivir entre los hilos de algodón de las batas y pijamas del personal sanitario. Tras meses de permanencia en superficies cotidianas que nos encontramos en los hospitales, como las cortinas de una habitación o los teclados de los ordenadores, muchas de estas bacterias son capaces de retener e incluso aumentar su capacidad para provocar infecciones, lo que las hace más peligrosas. Además, algunas de ellas comienzan también a ser resistentes a los desinfectantes comunes que se utilizan para limpiar superficies, o incluso para desinfectarse las manos.

¿Cómo pueden las superbacterias infectar a pacientes en los hospitales?

El hospital es un lugar donde hay que tener especial higiene. Además, buena parte del material se esteriliza y se lava continuamente, desde los utensilios médicos y quirúrgicos, hasta la ropa del personal sanitario y las camas de los pacientes. El número de bacterias en el ambiente hospitalario tampoco debería ser muy alto, pero, el problema es que, aunque solo haya una bacteria, ésta puede llegar a un enfermo por diferentes vías, y una vez dentro del cuerpo ésta se aprovecha de la cantidad de nutrientes que tienen los tejidos humanos para multiplicarse. Una de estas vías es el aire, otra el contacto con algún objeto contaminado o con otros pacientes infectados. Además, muchos enfermos están sometidos a tratamientos en los cuales se les inyectan fármacos para su curación. La perforación de la piel al introducir un catéter puede ser una vía de infección, ya que incluso la piel de las personas está llena de bacterias, y éstas pueden acceder al interior del cuerpo humano a través de vías endovenosas o de heridas quirúrgicas. Unas pocas bacterias pueden aprovechar que muchos de los pacientes en los hospitales tienen el sistema inmunitario debilitado para penetrar en el cuerpo y establecer una infección. Y si esas bacterias ya son resistentes a los antibióticos, la infección puede llegar a ser mortal.

Profesora Araceli Giménez

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