Nanopartículas piezoeléctricas y la estimulación cerebral

Las nanopartículas piezoeléctricas pueden cambiar la estimulación cerebral tal y como la conocemos.

La estimulación del cerebro es una técnica utilizada para tratar una variedad de trastornos neurológicos, como por ejemplo el Parkinson, la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo. Esta técnica se basa en la aplicación de una corriente eléctrica a áreas específicas del cerebro con el fin de modificar la actividad neuronal de la persona con el fin de mejorar su calidad de vida.

Tradicionalmente, la estimulación del cerebro profundo se ha llevado a cabo mediante cirugía craneal, donde se implanta un dispositivo con electrodos en el cerebro a través del cual se envían las corrientes eléctricas. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications sugiere que podría existir una forma no invasiva de llevar a cabo esta técnica gracias a las nanopartículas piezoeléctricas.

La piezoelectricidad es un fenómeno físico en el cual ciertos materiales generan una corriente eléctrica cuando son sometidos a una presión mecánica, por poner un ejemplo, una baldosa piezoeléctrica emitiría una corriente cuando la pisamos. Los investigadores descubrieron que al aplicar un campo eléctrico externo a nanopartículas piezoeléctricas, éstas emiten ondas de presión acústica que pueden penetrar en el cerebro y estimular las células cerebrales. En un estudio con ratones, los investigadores demostraron que estas ondas de presión acústica son capaces de reducir los síntomas del Parkinson en los animales.

La utilización de nanopartículas piezoeléctricas para la estimulación del cerebro tiene infinidad de ventajas en comparación con la cirugía. En primer lugar, es no invasiva, lo cual significa que no requiere el implante de dispositivos en el cerebro ni la cirugía craneal asociada. Esto podría reducir los riesgos asociados con la cirugía y mejorar la seguridad y la eficacia de la terapia. Además, al no ser invasiva, esta técnica podría ser utilizada en pacientes con enfermedades cardiacas o de avanzada edad en donde una cirugía podría ser mortal.

Por otro lado, las nanopartículas piezoeléctricas son biocompatibles y se pueden administrar mediante inyección, lo que significa que no requieren caros equipos para su uso. También son pequeñas y fáciles de fabricar en masa, lo que podría reducir el costo de la terapia en el futuro.

A pesar de ello, es importante señalar que este estudio solo se llevó a cabo en ratones, por lo que es necesario llevar a cabo más investigaciones antes de poder determinar su viabilidad en humanos. Aun así, los resultados obtenidos son prometedores y sugieren que las nanopartículas piezoeléctricas podrían proporcionar una forma segura y efectiva de estimulación del cerebro y ayudar en infinidad de enfermedades..

Si esta tecnología se acaba implantando tiene un gran potencial para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren de trastornos neurológicos. El Parkinson, por ejemplo, es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas de la enfermedad incluyen temblor, rigidez muscular y dificultad para realizar movimientos precisos. La estimulación del cerebro es una técnica aceptada para tratar estos síntomas, pero su aplicación invasiva y los riesgos asociados con la cirugía han limitado su uso. 

Sólo queda esperar que el equipo siga investigando y se hagan en algún momento los ensayos clínicos con personas.

Fuente: Nature

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