Una pregunta que está cada vez más de actualidad es si nuestros estudiantes de Bachillerato están adecuadamente preparados a nivel académico para afrontar la llegada a la Universidad. En este tema, cada uno de nosotros tenemos una respuesta distinta fundamentada en nuestra propia experiencia o de lo que observamos en nuestro entorno pero lo cierto es que existe una gran preocupación por parte del alumnado que cursa bachillerato y así se desprende de una encuesta que ha realizado el Instituto demoscópico GAD3 promovida por el programa Educa 2020 y la fundación AXA.
Una de las cuestiones clave de dicha encuesta es el grado de preparación que los estudiantes piensan que se les ha ofrecido en las enseñanzas medias para su transición hacia las enseñanzas universitarias. En esta cuestión el 14,5% señala que la enseñanza media prepara “mucho” frente un 45,5% que indican que “bastante”. En el otro extremo se encuentran un 34% que piensan que les han preparado “poco” y un 5,2% que piensan que “nada”.
Los más críticos son los estudiantes de carreras de arquitectura e ingeniería, quienes señalan, con un 44%, que no han recibido una formación suficiente ni adecuada.
Aunque el tránsito del Bachillerato a la Universidad se intenta hacer de forma natural, es incuestionable el escalón existente entre ambos tipos de formación. Este escalón aún es más pronunciado si hablamos de alumnos que dan el salto desde la Formación Profesional. No en vano según las cifras proporcionadas por el Ministerio de Educación y Ciencia, el 19% de los alumnos de primer curso de Universidad abandona los estudios. Se trata por tanto de una cifra muy elevada, ya que hablando en términos relativos, casi uno de cada cinco alumnos matriculados en su primer año universitario abandona los estudios.
Es cierto que en ese abandono pueden influir muchos aspectos como una comprometida situación económica, una inadaptación al medio académico o una mala elección de la carrera universitaria favorecida por una incorrecta o insuficiente orientación académica previa que acabará provocando un sentimiento de frustración en el estudiante.
Las nuevas leyes educativas tampoco ayudan a mejorar este descontento en las carreras científico-técnicas, ya que la formación en los Institutos en ciencias está mermada, siendo su carga lectiva cada vez mayor en materias generalistas para con este itinerario y menor la formación de especialidad de nuestros alumnos lo que ratificaría la postura de aquéllos que piensan que no se les forma lo suficiente.
También en este sentido hay que ser conscientes de que los Institutos no pueden preparar en todas las materias necesarias en la Universidad, pero quien sea competente sí debe hacer un esfuerzo para hacer más llevadero este tránsito y tratar de disminuir este exagerado porcentaje de abandono en los primeros cursos universitarios.
Pero no sólo son críticos con las enseñanzas medias los alumnos universitarios, sino también aquéllos alumnos que tienen una iniciativa emprendedora o pretenden ser autónomos. Esta encuesta revela que el 45% de ellos no están contentos con la educación recibida.
Esta encuesta también nos revela que uno de cada cinco estudiantes tiene intención de ser empresario, tendencia muy distinta a la de hace tan sólo unos años, donde la mayoría del alumnado universitario quería ser funcionario y es que, tras la crisis, la imagen del funcionario ha cambiado aumentando la inquietud por iniciar un negocio propio.
La formación académica es el pilar fundamental de una sociedad, ya que los estudiantes de hoy son los trabajadores del mañana. Debemos cuidar la formación de nuestros estudiantes para conseguir mejorar en industria, tecnología, desarrollo e innovación y todos deberíamos contribuir en la medida de nuestras posibilidades a ello, desde el político que gobierna al legislador y los padres – madres, pasando por los profesores de todos los estadios educativos, quienes tienen que dar una buena formación y orientación académica y laboral.
Autor: Francisco Morante Quirantes @fdetsocial
Co-fundador del blog divulgativo de FdeT