Antes de meterme en el tema quisiera saludar a todos los lectores y colaboradores de MasScience.
Como he dicho a los administradores, considero un honor el haber sido invitado y estoy seguro de que juntos podremos ayudar en la divulgación de la ciencia en todas sus acepciones.
Desde mis artículos mensuales, mi intención será darle una ventana a la ciencia de la historia y en particular a la promoción de la nueva corriente denominada “Big History”, o “historia a lo grande”, como me gusta traducirla.
Espero que mi colaboración sea del agrado de todos y que conduzca a debates concienzudos, amistosos y productivos.
Hace algunos años, una amiga mía me pidió que le echara una mano a su hijo, que tenía un importante examen de historia, a lo cual accedí inmediatamente.
No soy un historiador profesional pero si puedo decir que conozco el tema lo suficiente como para atreverme con unas cuantas clases.
El capítulo que debía estudiar el chaval versaba sobre la Segunda Guerra Mundial, y pronto nos metimos en el tema.
Pero llegado un momento, al pequeño saltamontes se le ocurrió preguntarme el por qué de la guerra, qué había llevado a naciones supuestamente civilizadas a matarse unas a otras para ganar un puñado de tierra o el simple orgullo de demostrarse superior al adversario.
Como no podría ser de otra manera, tuve que retroceder a la firma del Tratado de Versalles con el que se había finiquitado el anterior conflicto continental y con el que se había castigado a Alemania como principal agresor.
Hablé de cómo las ingentes cantidades exigidas por Francia y Gran Bretaña agravadas por la crisis de 1929 habían asfixiado a la naciente República de Weimar y dado alas al ya ubicuo nacionalismo alemán.
Todo muy bien, hasta que mi interlocutor me miró fijamente, sonrió y volvió a inquirir – ¿Y por qué se inició la Primera Guerra Mundial? – Casi sin pensarlo, me preparé para responderle como hubiese hecho cualquier académico, argumentando la situación política y geográfica Europea a finales del siglo XIX, pero tuve que frenarme en seco al darme cuenta de que si seguíamos así, terminaríamos volviendo a tiempos inmemorables, siempre buscando las causas de hitos históricos en sucesos y situaciones anteriores.
Aquella tarde sugerí a Dani que nos centrásemos en preparar su examen, y que ya hablaríamos del resto en otra ocasión, pero no pude quitarme de la cabeza lo complicado que es el estudio de la historia en episodios sueltos, como se acostumbra hacer en los colegios, y decidí hacer algo al respecto.
Pronto descubrí que no estaba sólo en el entuerto y que de ninguna manera yo era el primero en pensar que el pasado debe enseñarse y estudiarse como un ente unitario, desde el principio del universo hasta nuestros días. Hace 170 años, el naturalista y geógrafo alemán Alexander von Humboldt promovió en su libro “Kosmos” la unificación de las ciencias en el estudio de la naturaleza.
El mismo Charles Darwin, probablemente sin querer, intentó en su Teoría de la Evolución explicar algunos fenómenos biológicos examinando procesos de causa y efecto en un espacio de tiempo más extenso de lo que acostumbraban los científicos de la época.
En la primera mitad del siglo XX, el paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin examinó la conexión entre la evolución cósmica y la tendencia a avanzar hacia un nivel de complejidad y conciencia máximo, lo que denominó el Punto Omega.
A finales del siglo pasado, la publicación de dos libros dio el empuje final para el desarrollo de la asignatura, “Cosmos”, del astrónomo Carl Sagan, que junto con su serie televisiva promovió entre los académicos y el público en general la exploración de temas ajenos a su especialización, y “Gérmenes, Cañones y Acero”, del fisiólogo Jared Diamond, que estudió la interconexión entre la evolución y la geografía.
Finalmente, se considera como fundador de Big History como materia de estudio al profesor norteamericano David Christian, que inició a impartir el curso en la Universidad de Macquarie en Australia en 1989, cuando entendió que la historia humana está incompleta sin el estudio de todo lo que nos ha precedido, el universo, nuestro planeta, la vida. Fue él mismo quien acuñó el término Big History.
Esta nueva área de estudio no busca sustituir a la Historia convencional, sino aportar un nuevo enfoque que pueda dar a los alumnos una dimensión más amplia del pasado y más completa en su base científica.
Las diferencias entre los dos puntos de vista se pueden resumir en el siguiente cuadro:
Historia Convencional | Big History |
Del primer documento escrito al presente. | Del Big Bang al presente. |
10,000 años. | 13.700 millones de años. |
Campos de estudio compartimentalizados. | Enfoque multidisciplinar. |
Enfoque en la civilización humana. | Enfoque en cómo la humanidad encaja en el universo. |
Se enseña en su mayor parte con libros. | Medios interactivos en Internet como ChronoZoom. |
Microhistoria | Macrohistoria |
Foco en tendencias, procesos. | Foco en analogías, metáforas. |
Se basa en una variedad de documentos que incluyen registros escritos e instrumentos materiales. | Se basa en el conocimiento actual de los fenómenos tales como los fósiles, cambios medioambientales análisis genéticos e información de los telescopios. |
Salta a la vista que Big History no divide el pasado entre Pre-historia y la Historia como se ha hecho tradicionalmente.
La razón parte del convencimiento de que todo lo que sucedió antes de la agricultura y la escritura forma una parte inalienable de la asignatura, pues conocer los eventos y fenómenos que desembocaron en el nacimiento del hombre refuerza el proceso de entendimiento de nuestra naturaleza.
Es muy complicado, por ejemplo, comprender algunos comportamientos de H. sapiens sin entrever mínimamente las conductas, el estilo de vida y el entorno físico de nuestro antepasado H. ergaster.
Pero para lograr los objetivos de la asignatura es primordial pedir prestado el conocimiento de otras ciencias, y es lo que hace Big History al integrar astronomía, geología, física, química, biología, climatología, arqueología, antropología, economía, demografía junto con las materias de la historia convencional.
Pero no se trata de volver al alumno un experto en cada una de esas materias, sino “tejer” la evidencia de las ciencias para contar la historia. La profesora Stephanie McPherson describió el contexto de la siguiente manera:
“No van a aprender cómo realizar ecuaciones químicas, sino a aprender cómo los elementos químicos nacieron de la muerte de estrellas, y eso es muy interesante”
Para concluir, Big History es un novedoso campo de estudio para jóvenes y adultos que involucra a las ciencias en el estudio de la Historia como consecuencia de su importante contribución a los procesos de construcción de nuestro universo, el planeta, la vida y la humanidad.
Me propongo en este blog ir contando en capítulos cronológicos el punto de vista que Big History tiene sobre el pasado y su proyección hacia el futuro. Estaré encantado de recibir aportaciones, correcciones e ideas nuevas que puedan servir para la promoción del estudio de la historia en hermandad con las ciencias, y creo que no habrá mejor lugar para ello que en MasScience.
Un cordial saludo.
Jesús García Barcala
Quisiera recibir su newsletter.
Desde ya muchas gracias
It’s a relief to find soenmoe who can explain things so well
well thank you vefry much Jenita! It is so nice to read such a nice commentary…I do my best, moved by my passion for history and science…Thanks again and have a nice weekend! 😉