El estigma es un concepto de origen griego que significa “marca hecha en la piel la cual genera una señal en el cuerpo”. Su evolución a lo largo de la historia extendió su significado a signos corporales causados por trastornos físicos y, posteriormente, a todos aquellos atributos, como género, raza, condición sexual o trastorno mental, que significaban que la persona portadora era diferente del resto de los individuos del entorno social (Goffman, 1963). La acción del estigma implica culpa, sensación de peligro y separación del grupo, siendo el  número de individuos con esa cualidad  menor al de personas que no la poseen (Zartaloudi & Madianos, 2010).

El fenómeno complejo del estigma de la salud mental abarca el estigma estructural o institucional, el estigma social o público y el estigma internalizado o auto-estigma. Todos ellos provocan consecuencias negativas en la persona con una enfermedad mental. La sociedad reacciona con miedo a la enfermedad mental, aumentando la reducción de las oportunidades que están disponibles para el resto de la sociedad (Larson & Corrigan, 2008).

Teniendo en cuenta que, según las previsiones, el 25% de la población padece en algún momento de su vida  un trastorno mental y que cinco de las diez causas principales de discapacidad están provocados por problemas de salud mental, la OMS (2014) alerta sobre las repercusiones de los trastornos mentales, resaltando que “el sufrimiento, la discapacidad y las pérdidas económicas no desaparecerán mientras los enfermos sigan marcados por el estigma”.

A pesar de los esfuerzos para su erradicación, siguen existiendo diferencias importantes entre los distintos países y culturas con respecto a la estigmatización de la enfermedad mental (Seeman, Tang, Brown, & Ing, 2016). Para provocar un cambio en el estigma y con el objetivo de eliminar el estigma asociado a la enfermedad mental se definen estrategias basadas en el contacto, la educación y la protesta (Corrigan, Roe & Tsang, 2011).

La presencia del estigma de la enfermedad mental en la sociedad afecta también a los profesionales de la salud, causando frecuentemente la estigmatización de sus actitudes en la práctica asistencial. Se considera que los profesionales sanitarios pueden contribuir a la erradicación del estigma y la  discriminación que sufren las personas con  enfermedades mentales. El estigma se asocia también con la posibilidad de  atraer a los estereotipos arraigados en relaciones e interactuar de forma represiva debido a la tradición de actitudes paternalistas y una baja expectativa de mejora de las personas con enfermedad mental (Gaebel et al., 2015). El estigma en los profesionales de enfermería afecta a su rol del cuidado y a la recuperación de la persona con enfermedad mental, amenazando el enfoque de tratamiento holístico que prestan las enfermeras de los servicios de salud mental (Delaney & Delaney , 2012).

Los profesionales de enfermería tienen un reto para enfrentarse a la reducción del estigma, junto con el cambio de las actitudes públicas y la modificación de las prácticas institucionales y legales. Por ese motivo, desde nuestro colectivo es importante empezar a desarrollar estrategias y medidas para poder erradicar el estigma de  nuestra profesión en la salud mental, a través de la investigación, la divulgación de nuestra profesión y una mayor visibilidad de nuestros cuidados.

 

 

Corrigan, P. W., Roe, D., & Tsang, H. W. (2011). Challenging the stigma of mental illness: Lessons for therapists and advocates. Wiley-Blackwell.Recuperado : http://doi.org/10.1002/9780470977507

Delaney, K. R., & Delaney  R., K. (2012). Psychiatric Mental Health Nurses: Stigma Issues We Fail to See. Archives of Psychiatric Nursing, 26(4), 333–335.

Gaebel, W., Zaske, H., Zielasek, J., Cleveland, H.-R., Samjeske, K., Stuart, H., Sartorius, N. (2015). Stigmatization of psychiatrists and general practitioners: results of an international survey. European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 265(3), 189–197.

Goffman, E. (1963). Stigma. London: Pelican Books.

Larson, J. E., & Corrigan, P. (2008). The stigma of families with mental illness. Academic Psychiatry, 32(2), 87–91.

Zartaloudi, A., & Madianos, M. (2010). Stigma related to help-seeking from a mental health professional. Health Science Journal, 4(2), 77–83.

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