¿Hasta que punto nos creemos que no usar una botella de plástico ya nos hace sostenibles?

Antes de comenzar -y sabiendo que puedo meter la pata-, quiero que quede claro que esto no es un post de divulgación. Hoy no quiero divulgar nada, ni contar cómo vive el joven científico que no encuentra trabajo, tiene contratos basura o debe irse a otros países a probar fortuna. Solamente contaré una experiencia, que da lugar a la duda y que abre la puerta a cualquier respuesta. 

 

 

¿Qué está pasando con la nueva moda del agua envasada en tetrabrik… Vaya, qué mal lo estoy haciendo, ¡acabo de haceros spoiler!

Bueno, comencemos de nuevo. Este fin de semana he tenido la gran oportunidad de ir al Festival de Cine de Sitges. Yo, biotecnóloga y fan del cine de terror -y de los zombies, en particular- me encontraba desayunando (a la hora de la comida, una hamburguesa completita), cuando decido pedir un agua y la chica me da un tetrabrik.

“Qué monadita” pienso, “¿pero no es igual de nocivo para nuestro planeta que el plástico?”

 

 

 

Leo el envase, y veo muchísimos mensajes que me confunden.

 

No soy una experta en sostenibilidad, así que empiezo a googlear sobre el tema. Sí, es cierto… hace un par de posts criticaba la exagerada inmediatez , pero qué bien sienta saber usarla si es para quitarte las dudas, oye.

 

Me topo con un artículo de Febrero de 2019 (La trampa del tetrabrik, un plástico disfrazado de cartón)

Resulta que estos envases están formados por un 75% de cartón, un 5% de aluminio y un 20% de polietileno. Yo había oído, y al parecer este artículo lo confirma, que es justo eso, su MULTIMATERIALIDAD, lo que hace difícil separarlos para reciclar el envase y que, además, dicho proceso SEA SOSTENIBLE.

 

¿Cómo se separan?

Se calientan los compuestos a una temperatura de unos 500ºC en unas piscinas de agua. Así, las láminas de polietileno se separan del aluminio y pueden ser fundidas para transformarse en gas. El aluminio, por su parte, volvería a ser reutilizado.

 

¿Qué es lo que realmente se hace?

Pues al parecer, y siempre fiándome de las fuentes que he tomado para informarme sobre el tema, es que en España no existen plantas de este tipo, y lo único que se hace para “reciclar” los envases de tetrabrik es INCINERARLOS.

 

¿Cuál es la solución? Envases MONOMATERIALES.

Parece ser -por lo que he visto un poco en las redes-, que muchas empresas están dando mucho protagonismo al brik, que nos lleva a un retroceso con el medio ambiente y, además,  no es una mejor opción a las botellas de plástico.

En mi opinión, podríamos estar confundiendo el impacto ecológico con el impacto sanitario; Es decir, los residuos de plástico de las botellas contaminan el líquido (agua, por ejemplo), y esto conlleva ingestión de microplásticos que podrían cambiar nuestra genética, por ejemplo. No olvidemos que, aunque el tetrabrik parezca ECO, está compuesto también por polietileno (un tipo de plástico), así que el impacto sanitario, Y ECOLÓGICO, seguiría existiendo.

 

Menuda historia interminable… Ojalá fuera como una de esos thrillers de Sitges y, al cabo de dos horas, estuviera aconsejando a mis amigos una peli de terror psicológico sobre empresas que intentan comer el coco a los ciudadanos con sus nuevos envases «eco-brick», pero que en el fondo no son nada sostenibles.

 

 

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